(Lima).- Por segundo año consecutivo, un grupo de alumnas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura asesoraron a 10 microempresarias de Cañete.
Por Julio Talledo. 20 abril, 2011.(Lima).- Por segundo año consecutivo, gracias al convenio con el Centro de Formación Empresarial para la Mujer (CEFEM) – a cargo de Condoray- un grupo de alumnas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura asesoraron a 10 microempresarias de Cañete. Las estudiantes pusieron en práctica sus conocimientos en temas de calidad de servicio, con el objetivo de contribuir al desarrollo de los negocios familiares rurales en la zona.
El programa “Asesoría a mujeres microempresarias de pueblos de Cañete” se realizó en los centros poblados menores de Las Viñas, Laura Caller y Herbay, de la provincia de Cañete. En él participaron siete universitarias quienes expusieron luego en la UDEP sus experiencias personales y logros que obtuvieron en las capacitaciones.
Revalorización de la persona
“El objetivo de esta iniciativa es que las alumnas participen en el desarrollo de las comunidades, impulsando la responsabilidad social a favor de las microempresarias y sus negocios. La idea es enseñarles a utilizar herramientas adecuadas de comercialización, marketing, costos y calidad del servicio”, indicó la profesora María Elena Arce, encargada del proyecto.
Previamente, las estudiantes fueron capacitadas en temas de Planeación estratégica, Gobierno de personas, Mypes, Responsabilidad social, Finanzas y costos, Marketing, Emprendimiento, Atención al cliente, Imagen personal, Recursos Humanos, entre otros, para asesorar adecuadamente a las microempresarias.
La profesora Arce señaló que otro de los principales objetivos es mejorar el nivel humano y familiar de las microempresarias, pues Condoray es una institución que pone énfasis en el desarrollo integral de la persona. “Era importante que las señoras que recibieron asesoría conozcan y valoren profesionalmente su trabajo. Nuestras alumnas lograron enseñarles lo elemental con un lenguaje sencillo, les plantearon metas y objetivos claros. Eso permitió que las beneficiarias se sintieran involucradas desde el inicio en el proyecto”, agregó la docente.